“AYUDA HUMANITARIA”

Desde inicios de este año la burguesía apátrida comenzó con una campaña desestabilizadora, orquestada con el imperialismo yanqui, quienes a través de su vocero principal el Vicepresidente de los EEUU, se convirtió en protagonista de todo este plan golpista, auto juramentándose como Presidente el diputadillo, perdón el payaso ese, quien ahora se cree el “Salvador de la patria”.

 Pero de nuevo sus intenciones golpistas fracasaron, porque el gobierno, el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas unidos con la movilización permanente, les infringió  una nueva derrota.

Ahora ellos, los apátridas y el imperio ave de rapiña, pretenden implantar la tan cacareada “Ayuda Humanitaria” ya esto lo han ejecutado en otros países, señalando que se aplica a los que están en crisis humanitaria, ya sucedió en Nicaragua donde los EEUU entrego armas a la llamada contra nicaragüense, sector de la oligarquía de ese entonces.

Estos invasores son tan cara dura que nos dicen, si no aceptamos la mal llamada ayuda, se debe detener al Presidente Nicolás Maduro por violación de los derechos humanos, con que moral nos acusan de violadores de derechos humanos quienes han exterminado a cientos de pueblos, bueno como vemos ni es ayuda, ni es humanitaria, es toda una tramoya para sus planes injerencistas.

Tenemos que decirle al mundo que aquí no hay tal crisis humanitaria, porque a pesar de la guerra económica, nosotros tenemos una tasa de desempleo de apenas del 6%, 100% de pensionados y pensionadas, más de 2 millones y medio de viviendas otorgadas, 90% cobertura escolar desde educación inicial hasta educación media, 5to país del mundo con mayor matricula estudiantil a nivel universitario, mantenemos un beneficio accesible a más de 6 millones de ciudadanos con la caja de alimentación a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción.

Sepan apátridas y el imperio yanqui, hoy con la movilización permanente y la unión cívico militar volveremos a triunfar, por la revolución bolivariana y por el socialismo.

Rafael S. Chacón G.