El pasado 7 de marzo me encontraba en la ciudad de Barquisimeto realizando actividades en representación del Ministerio del Poder Popular para la Educación, en medio de ello vivimos las vicisitudes del sabotaje eléctrico, nos enteramos de que no había electricidad a nivel nacional, realizamos una travesía por toda la ciudad para conseguir algún lugar donde alimentarnos, evidentemente la gran mayoría de los establecimientos estaban cerrados y los que estaban abiertos no les funcionaban los puntos de venta.
Nos trasladamos al este de la ciudad y accedimos a un centro comercial, al entrar percibimos que tenían electricidad producto de una planta eléctrica, lo primero que me llamo la atención fue ver a muchos jóvenes sentados en el piso y a mujeres encopetadas conectando sus celulares a los tomacorrientes de esta edificación, con unas caras de desesperación para poder comunicarse no entre ellos, sino a través de las redes, habían colas inmensas en los locales de comida rápida, con dificultades en el funcionamiento de los puntos de venta, pero la manifestación de la sociedad de consumo imperaba en ese edificio “canceroso”.
Después de dar vueltas por la ciudad, conseguimos un restaurant “Gril” lleno hasta los “tequeteques” donde logramos compartir un “bastimento” alimenticio entre cuatro compatriotas, le comente a los compas que observaba las caras de la pequeña y alta burguesía y se veían “tranquilitos” en su zona de confort, en medio del golpe eléctrico, no van a salir a pelear en contra de la revolución bolivariana,, exhortaran a sus mercenarios a que actúen por ellos.
La burguesía apátrida junto al imperio intentaron en estos días de oscurana que el pueblo reaccionara en contra del gobierno, pero el pueblo de Bolívar y Chávez volvió a dar una demostración de alta conciencia al lado de la revolución bolivariana y gracias al esfuerzo de la clase obrera eléctrica lograron recuperar el sector y encender la luz con amor patrio.
Rafael S. Chacón G.